Es viernes cuando llego al centro de Santa Marta, la calurosa capital del departamento de Magdalena, en el caribe colombiano. La tarde cae tibia sobre su arquitectura colonial mientras sus calles y plazas comienzan a llenarse de visitantes nocturnos.
El ocaso me lleva al malecón, donde intento atrapar con la cámara los últimos instantes de esa luz naranja que lo tiñe todo en esta ciudad caribeña. Regreso al Parque de los Novios, llamada así por ser el escenario favorito de las parejas, y recorro las calles aledañas que ya prendieron sus luces de color ámbar.

Música y sabor
Casi sin darme cuenta –o más bien disfrutándolo– me he sumergido en un laberinto de sonidos y aromas. La pequeña ciudad transpira diversos sonidos que juntos o separados suenan a caribe: salsa, vallenato, cumbia colombiana e incluso bachata.

Al mismo tiempo se desprenden los aromas culinarios que abren el apetito al primer olor: arroz con coco, pescados, mariscos, banano frito, yuca. Una paella árabe corona mi noche, y una limonada de corozo calma mi sed, por ahora.

Mientras agradezco la mezcla cultural indígena, hispana y africana que ha dado lugar a estos sabores, aparecen frente a las mesas instaladas fuera de los restaurantes algunos conjuntos artísticos que animan aún más la noche.

Desfilan algunas canciones tradicionales que Colombia supo exportar al mundo hace unas décadas. Todos las conocen. Todas las cantan. Dentro y fuera de los locales, el baile continuará por varias horas, como cada viernes o como cada fin de semana en Santa Marta.
Dentro y fuera de los locales, el baile continuará por varias horas. Así son todos los fines de semana en Santa Marta, me dice la gente. Y así es como recordaré a esta festiva ciudad, pero hoy debo dormir temprano. Mañana me esperan las deslumbrantes playas del Tayrona, a solo pocos minutos de estas calles y a solo pocos minutos de esta noche.

Más datos
Desde Lima la manera más fácil y barata de llegar a Santa Marta es tomando un vuelo directo a Cartagena (3 horas) y luego un bus a Santa Marta (3 horas). Hasta el momento Viva Air es la única operadora en el mercado que está apostando por esta ruta caribeña con vuelos low cost de menos de 200 dólares (ida y vuelta).
Un dato importante sobre los vuelos low cost es que la tarifa básica te permite llevar solo un bolso o bulto (sin rueditas) de hasta 10 kilos. En este tipo de viajes cada servicio (equipaje en bodega; impresión de boarding pass y check in en aeropuerto; comidas y bebidas a bordo, etc.) se paga por separado para que cada viajero decida cuánto gastar.
Este sistema low cost, usado hace décadas en lugares como Europa, es el que ha motivado que en el Perú las tarifas aéreas se reduzcan y que las aerolíneas comiencen a cobrar solo por los servicios que el usuario quiere recibir.
Fotos y texto: : Claudia Ugarte
Enviada Especial a Santa Marta/Colombia
INFOTUR PERÚ




