
Día 1: Lima-Cartagena-Santa Marta
A penas llegamos a Cartagena tomamos rápidamente un bus que nos recogió del aeropuerto de la ciudad para llevarnos a Santa Marta.
Navegando por internet descubrimos una empresa de transportes de recojo “puerta a puerta” llamada Marsol. Te cobran aproximadamente $50,000 (USD $17) por llevarte de Cartagena a Santa Marta y te recogen y dejan en el lugar que indiques.
El trayecto Cartagena-Santa Marta en estos buses demora 3 horas, las cuales definitivamente fuimos durmiendo para empezar llenos de energía nuestro segundo día.
Nuestro primer día lo invertimos en llegar donde comenzaba nuestra aventura; el pueblito pesquero de Taganga en Santa Marta, Colombia.
Hospedaje Taganga: Ballena Azul. Bueno, bonito, barato y a 20mts de la playa.

Día 2: Santa Marta: Parque Tayrona
¡Podría decir que ha sido uno de los lugares más hermosos en los que he estado! Sentía que estaba dentro de la película de Jurasic Park…
Este lugar es uno de los parques naturales más importantes de Colombia, el cual se encuentra frente al océano Atlántico. ¡Purito caribe!
El plan era aprovechar el día para conocer la mayor cantidad de playas posibles, por lo que contratamos un Tour que nos llevó en una lancha a motor a conocer Cinto y Cristal, playas que se encontraban al lado este del Parque Nacional y más cerca de Taganga.
Definitivamente mi playa favorita fue Cinto. Aguas cristalinas, montañas verdes, vegetación, y lo mejor de todo, ¡solo éramos 5 personas en el lugar!


Ésta playa queda un poco más lejos que Cristal, pero valió absolutamente la pena.
Playa Cristal es mucho más concurrida. Tiene puestos de comida, más personas, etc. Yo diría, más popular.
Por la noche, cenamos en una pizzería del pueblo de Taganga y luego tomamos un Taxi al Brisa Loca, un hostel de Backpackers que tiene un bar en la azotea con música MUY BUENA. ¿Tienes ganas de bailar full música latina y conocer gente de todos los países? ¡Brisa Loca te espera!
Tours: Taganga Tours (agencia que trabaja con el hotel Ballena Azul): $120,000 (USD $40)
En caso no contrates algún tour previamente, en el mismo pueblo de Taganga los ofrecen a todo momento.
Día 3: Parque Tayrona: playa Brava
¡Fue aquí donde comenzamos la verdadera aventura selvática y me convertí en Indiana Jones!
El Parque Tayrona tiene dos entradas las cuales podemos encontrar a lo largo de la carretera principal; la entrada de Calabazo y la del Zaino.

Investigando por internet, encontré una playita que se llama Playa Brava, en la que el único acceso es caminando 3 horas (8km) desde la entrada de Calabazo. Llegar por mar es imposible ya que hay rocas y las olas que casi nunca permiten que los botes puedan entrar a la playa.
Ya estaba decidido, ¡ese era el lugar dónde nos íbamos a quedar!
Para llegar, tomamos un taxi en Taganga que nos dejó en la entrada de Calabazo. Todo el camino estaba señalizado y había un solo sendero, solo era cuestión de amarrarse bien la mochila y empezar a caminar. La primera hora y medio fue de subida, y la otra mitad del trayecto comenzamos a bajar por la colina mientras que escuchábamos el sonido del mar. Esa era la señal que nos decía que estábamos cerca.

El camino estaba bien accidentado ya que el día anterior estuvo lloviendo y tuvimos que caminar entre rocas y lodo. Aquí, las zapatillas con suela especial “Vibram” son tus mejores aliadas.

En playa Brava no hay señal de teléfono, por lo que es el LUGAR PERFECTO para desconectarse.
Entrada del Parque Tayrona: $25,000 (USD $8)
Hospedaje: Playa Brava Teyumakke. Costo por Noche dependía si te alojabas en cabaña, carpa o hamaca.
Día 4: Parque Tayrona: playa Brava
Imagínense lo increíble que es despertarte con el sonido del mar que se encuentra a 100mts de tu cabaña, el olor de la brisa, el sonido de los árboles, pajaritos y algunos monos que andaban por ahí…

¡Estábamos en medio de la selva caribeña!
Tomamos desayuno y nos pusimos las zapatillas para empezar a caminar cual Indiana Jones en busca de una catarata que nos habían dicho que estaba cerca a la playa.
30 minutos después, encontramos dicha fuente de agua. La caminata fue suave, pero un poco accidentada, ya que vas rio arriba entre rocas y lodo.
La catarata “sin nombre”, pero posteriormente bautizada por nosotros como “La Tigri”, fue la dosis de adrenalina que necesitaba nuestro día. ¿Qué rico es meterse debajo de una catarata y llenarse de energía, verdad?

Fue un día lleno de relajo y full playa. Tranquilamente podría decir que teníamos todo el Tayrona solo para nosotros. ¡Era el paraíso!
Eso sí, si no eres fan de la naturaleza y de estar desconectado de aparatos electrónicos, ni pienses en quedarte en este lugar. Aparte, en las noches utilizábamos linternas que habíamos cargado con nosotros y a las justas nos bañábamos para quitarnos el agua salada. Sin mencionar que de noche no podías ver qué animalitos habían alrededor… Se me terminaron subiendo "al menos 3 insectos y 1 sapo". ¡Eso sí es aventura!
Día 5: Parque Tayrona: Cabo San Juan
Como todas las páginas de internet lo dicen, las mejores playas y arrecifes están por el lado derecho del Tayrona entrando por El Zaino. No nos íbamos a ir del parque sin visitar por lo menos una de estas playas cristalinas.
Pusimos nuestro despertador 6am para empezar a caminar cerro arriba casi 2 horas, rumbo a Cabo San Juan. ¡Esta sí que fue una caminata dura! Tengo que confesar que por un momento me sentí perdida y pensé que iba a tener que dormir debajo de un árbol en medio de la selva… #LOST
Los chicos que manejaban el lugar nos explicaron cómo llegar, pero NUNCA nos dijeron que el camino no estaba del todo señalizado… Por suerte el sentido de orientación era lo que menos faltaba en nuestro grupo, por lo que poco a poco volvimos a escuchar el sonido del mar; señal que estábamos por el buen camino.


Llegamos a la playa… pero para gran sorpresa, era una playa ¡NUDISTA! Claramente no era ese el lugar, y seguimos caminando 20 minutos más por un “sendero” hasta que empezamos a ver señales de civilización. ¡Qué más aventura podíamos tener ese día!

Aguas tranquilas, turquesas, arena blanca, un sol brillante… El lugar era simplemente hermoso. Sin embargo, para mi gusto, había demasiada gente y como diría yo, “muy popular”. Descansamos de la larga caminata, tomamos fotos, nadamos en el mar y conversando con la gente del lugar, quienes nos dijeron que podíamos salir de la playa en bote. ¡Otra buena idea!



Terminamos tan cansados de la caminata que ya estábamos con un pie dentro de la lancha. El bote iba a todo motor sobre las enormes olas (esos días mar adentro las olas estaban grandes), lo que lo hacía más divertido.
Por la tarde, Transportes Marsol nos estaba esperando en la puerta del hotel de Taganga para llevarnos a Cartagena.
A Cartagena llegamos por la noche y lo primero que hicimos fue tomar una buena ducha y sacarnos toda la mugre que habíamos acumulado en los últimos 3 días. ¿La mejor ducha de mi vida? Creo que hasta el momento se encuentra dentro de mi Top 3.
Día 6: Cartagena: Islas Rosario y Barú
Cartagena, también tiene su encanto. ¿Alguna vez han escuchado hablar de las Islas Rosario? Ésta es un pequeño archipiélago conformado por más de 20 islas.
A solo 45 minutos en lancha rápida desde la ciudad, estas islas están rodeadas de agua turquesa con corales de colores sorprendentes.
¡Aquí hay de todo por hacer! Motos acuáticas, paddle, kayak, etc. Puedes hacer un full day o quedarte a dormir en una de las islas. Todo dependerá de tu presupuesto.
Nosotros, cansados de tanto caminar los últimos días, solo queríamos descansar y disfrutar del caribe; la sabrosura de los colombianos, alegría, simpatía y mucha energía que nos compartían.

Sabiendo que a mí no me gusta mucho compartir tours con más gente, contratamos una lancha privada para poder ir a DÓNDE QUISIÉRAMOS. Lo bueno de esta idea fue que nosotros decidíamos a dónde ir, cuánto tiempo parar, dónde comer, etc. Si no fuera por esto, ¡no nos hubiéramos podido bañar y flotar en medio del mar, como si estuviéramos naufragando!
La aventura, solamente ¡no paraba!


Día 7: Cartagena: Ciudad Amurallada
Esta ciudad caribeña no es solo naturaleza, playa y fiesta, pues si te gusta la historia, te encantará recorrer las calles y conocer más de esta ciudad.
¿Te gustan las historias de piratas? Cartagena de Indias ha sido la principal ciudad de Colombia asociada a los ataques de piratas provenientes de Europa. Por esta razón, se construyeron numerosos fuertes y castillos para proteger a la ciudad de los saqueos, convirtiéndose en un momento en la ciudad más reforzada de América del Sur y Caribe.


¡No dejes de conocer la historia de otro país, verás cómo hace sentido con la historia del tuyo; más aún si somos un país vecino!
Además, las calles de Cartagena reflejan la energía de las personas que viven acá. Los colores fuertes y llamativos de las fachadas de sus casas, son una forma más en la cual vemos la alegría de la ciudad.


Tips
• Cambiar plata: la Casa de la salida Nacional puede tener tipo de cambio menor (menos pesos por cada dólar). Recomiendo comparar el cambio con el de la salida Internacional.
• Entrada al Parque Tayrona: para los países miembros de la Comunidades andina el costo es de $25,000 COPS (<25 años: $11,000 COPS)
• Hacer un presupuesto previo del viaje, tener claro qué cosas se pagarán en efectivo y qué cosas con tarjeta. Así, evitarás posibles robos por cargar mucho efectivo.
• Si estas viajando en temporada alta (año nuevo, vacaciones escolares) preveer y separar con tiempo los hospedajes. Hoteles/Hostales para año nuevo en Cartagena estaban casi al 100% copados en el mes de septiembre.
Texto: Ema Rizo Patrón Minaya
Foto: José Antonio Garcia Monsante
Blog: Perú Nómada
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