Kuchuscha: cuando el amor se conquista a codazos Destacado

Lo lamento, Paulino. Voy a ser indiscreto. Revelaré uno de tus secretos. No es por maldad, es mi deber como periodista, aunque eso pueda sonarte a excusa, a eufemismo para adornar mi infidencia. En todo caso, es mejor edulcorar una frase que escribir abiertamente que más allá de la profesión, puedo ser un poquito chismoso; total, presumo que eso es lo que vas a pensar después de leer este texto.

Los ecos de la Semana Santa huancavelicana siguen retumbando en las páginas de Infotur Perú. Esta vez, la Kuchuscha, una pelea ritual entre los varones chopjkas, es el centro de este relato que busca revelar y resaltar las raíces culturales de un pueblo antiguo

Ojalá no te molestes demasiado. No quiero desatar tu furia porque eres un guerrero desde hace más de 20 años, como lo confirma el pañuelo blanco que te cruza el mentón y te sirve para amarrar tu sombrero. Esa condición me asusta, lo confieso, quizás te enojas y vienes a retarme, a buscarme para luchar como lo hacen en tu pueblo -en tu nación-, cuando surge un conflicto entre varones.

Sé que eres un 'trome' en esas peleas ancestrales que te enseñaron tus abuelos, en esos enfrentamientos que los '"muchachos ya no mantienen". Eso dijiste en tono de tristeza. ¿Lo recuerdas?, Paulino Sedano. Fue en la plaza de toros de Huancavelica, en la previa de une noche de encuentro y confrontación. Allí, mientras el público ocupaba las bancas de cemento, conversé contigo y con otro guerrero: Rubén Laura.

No tuvimos mucho tiempo. Apuradito me contaste que en la kuchuscha se requiere más que fuerza. "También se debe tener maña y una buena postura", para desestabilizar al oponente o hacerlo caer. Así se gana. Así se obtiene la victoria en esa lucha ritual en la que dos varones se colocan espalda contra espalda, para golpearse alternativamente las costillas con los codos.

Pero hay algunos que hacen trampa. "Te pegan en la cara y en el mentón", me diría después Rubén. Bueno, son cosas que pueden ocurrir incluso en una contienda que es "de uno a uno", que es "de fuerza a fuerza", que es esencialmente una tradición "y un deporte limpio"; y, según lo que entendí, una forma de limar las asperezas amorosas entre los jóvenes solteros, aquellos que llevan flores en sus sombreros.

Fue en ese momento en el que pensé que eras soltero, Paulino. Pero me equivoqué. Estás casado, pero igual luces lindas flores. Qué horror. Qué barbaridad. Qué pretendías en esa noche de kuchuscha en una plaza de toros y no en alguna de las comunidades de tu nación Chopkja, en las provincias de Angaraes y Huancavelica. Lo siento, de verdad lo siento, pero tenía que contarlo porque soy un periodista o un chismoso.

Vamos, no te molestes, no me vengas a buscar. No soy un guerrero. No sé golpear con los codos y, lo que es peor, me considero incapaz de soportar un codazo en mis costillas. Fácil las rompes. Tú pegas fuerte. Te vi cuando te pusiste espalda contra espalda con Rubén. Y eso que solo era una exhibición, casi casi un entrenamiento. Ustedes no peleaban por el corazón de una mujer.

"El enfrentamiento es una manera en la que los solteros definen sus parejas, aunque ahora se ve más como un deporte", me explicó Pedro Mejía, subgerente de Comunidades Campesinas del Gobierno Regional de Huancavelica. Sus palabras refrendan los decires de Paulino, quien no olvida su lengua materna (el runasimi) ni las raíces de esa lucha atávica que, seguramente, le permitió conquistar a su esposa.

Pelear por amor. "A veces a uno le gusta una mujer, pero hay otro varón que la está buscando", entonces, la kuchuscha es la salida. De espaldas y a codazos solucionan el problema. Todo el pueblo los observa, mientras las damas cantan en tono desgarrador. Ellos se golpean, se lastiman, tratan de derribar al oponente o de sacarlo del círculo que se traza alrededor de ellos. Si ninguno lo consigue, la comunidad decide al vencedor.

"Así se soluciona el conflicto, aunque nunca falta un mal perdedor que sigue fastidiando", confiesa Paulino, quien se agarró a codazos por primera vez cuando tenía 13 años (ahora tiene 45), quien cuenta que los combates se realizan en Semana Santa o al quinto o sexto día después del fallecimiento de un niño, quien seguramente usa flores en su sombrero, para mantener la vestimenta típica de los chopjkas.

¿Será cierto?... ya no tuve tiempo para preguntártelo. Tenía que volver a Lima y tú te quedarías en la plaza de toros, como protagonista y testigo del encuentro regional de kuchuscha que todos los años se realiza durante la Semana Santa de Huancavelica, la capital del mercurio, la región donde se mantiene tu cultura, con su runasimi de raíces chankas, con sus huaracas, sus ponchos y sus pantalones de paño.

Ya pues, Paulino. Revelé tu secreto, pero lo hice sin mala intención, lo hice para contar tu historia que es la historia de todos los guerreros chopkjas que pelean a codazos, que pelean por mantener su herencia. Es un combate difícil porque "muchas comunidades olvidan". Tú no. Tú recuerdas. Recuerdas tanto que mantienes las flores de tu sombrero, solo para poder explicar que significan a los foráneos, incluyendo a los periodistas chismosos como yo.

Info datos

  • La ciudad: Huancavelica, la capital regional, se encuentra a 457 kilómetros de Lima (vía Huancayo). Hay transporte público todos los días (Tiempo de viaje: 12 horas). Altura: 3680 m.s.n.m.).
  • Qué ver: Más allá de la Semana Santa, Huancavelica presenta diversos atractivos. En la ciudad destacan sus iglesias coloniales. También se debe visitar el pueblo de Piedra de Sacsamarca, el bosque de piedra de Sachapite y la Mina Santa Bárbara.
  • A tener en cuenta: el Encuentro Regional de Kuchuscha Huancavelica 2018 se realizó el 31 de marzo, con los objetivos de promover y difundir el patrimonio inmaterial y cultural de la región; además de recuperar y valorar su práctica al ser una expresión auténtica de la región.
  • Premios: el primer puesto en la categoría libre (18 a 39 años) recibió 500 soles y un saco de azucar; mientras que el ganador de la categoría máster (40 años a más) obtuvo 400.

*Agradecimiento al Gobierno Regional de Huancavelica y a la Dirección Regional de Comercio Exterior, Turismo y Artesanía de Huancavelcia (Dircetur) por el apoyo brindado para la realización de esta crónica.

Fotos y texto: Rolly Valdivia
INFOTUR PERÚ

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Modificado por última vez en Domingo, 22 Abril 2018 09:32
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